Excavación Ayamonte

EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA EN LAS PARCELAS R-2.1a Y R-2.1b DEL ANTIGUO SECTOR 12 “NUEVO PARQUE” DE AYAMONTE (HUELVA).

 

DANIEL BLANCO DE TORO

JOSÉ IGNACIO LÓPEZ RODRÍGUEZ

DAVID GESTOSO MOROTE

Astarté-Estudio de Arqueología, S.L.L.

 

 

         Resumen: Los trabajos no depararon resultado arqueológico alguno.

 

         Summary: The works did not report any archaeological findings.

 

 

RESULTADOS DE LA INTERVENCIÓN.

 

Los trabajos se desarrollaron durante el mes de diciembre de 2011. Parte de las parcelas se hallaba desmontada de antiguo, en un momento previo a la cautela arqueológica de las mismas.

 

Las parcelas se encuentran en la zona más elevada de este sector de Ayamonte, caracterizado por la necrópolis fenicia documentada durante una intervención de urgencia (GARCÍA, 2008).

 

Los trabajos han consistido en una limpieza y desbroce mecánico para intentar localizar las posibles tumbas pertenecientes a dicha necrópolis. Tras limpiar la zona más elevada de escombros y maleza, la no alterada, se procedió a su desbroce mecánico mediante finas capas, localizándose enseguida la roca madre, que estaba cubierta por tierra vegetal de coloración marrón claro. No se localizó ningún resto arqueológico, ni estructural ni material, por lo que las parcelas quedarían fuera de la mencionada necrópolis. En la parte desmontada con anterioridad también se procedió a realizar el rebaje mecánico para comprobar que no quedaba resto alguno, como así fue.

Como consecuencia de esta ausencia de restos se da por finalizada la excavación. Por lo que se puede construir en esta parcela de Ayamonte.

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Restauración Torre Alozaina

RESTAURACIÓN DE LA TORRE MARÍA SAGREDO Y SU ENTORNO EN ALOZAINA (MÁLAGA).

 

JOSÉ IGNACIO LÓPEZ RODRÍGUEZ

DAVID GESTOSO MOROTE

Astarté-Estudio de Arqueología, S.L.L.

 

 

         Resumen: Se ha restaurado la Torre María Sagredo, perteneciente al Castillo de Alozaina, y las estructuras de su entorno.

 

         Summary: Maria Sagredo Tower has been restored, belonging to the Castle Alozaina, and structures of their environment.

 

 

RESULTADOS DE LA INTERVENCIÓN.

 

Los trabajos de restauración han sido llevados a cabo por la empresa ASTARTÉ-Estudio de Arqueología y por AETOS Restaura.  Se han desarrollado entre septiembre de 2011 y enero de 2012. Los trabajos han consistido en la restauración para su puesta en valor de la Torre de María Sagredo y su entorno más inmediato, es decir, de los restos constructivos despejados durante la última intervención arqueológica en el solar número 8 de calle Villa (LORIGUILLO, 2010). Dichos restos pertenecen a época reciente, tal y como los describe el autor de la memoria de la intervención de 2004, cuando fueron descubiertos (RECIO, 2007).

 

Los trabajos realizados han sido los siguientes:

 

-Limpieza de todo el conjunto como primera medida.

 

-Tratamiento previo de consolidación y biocida para eliminar los brotes de vegetación.

 

-Eliminación del hormigón aplicado en época reciente y sin un criterio de integración con el conjunto. El hormigón de la parte baja de la torre se comenzó eliminando mecánicamente debido a su dureza y se terminó manualmente al aproximarnos a los mampuestos de la propia torre. El resto del cemento que formaba el añadido del paño de la torre se eliminó manualmente para no afectar a dicha estructura. Se eliminó el cemento de la parte alta de la torre para que quedara a la vista la fábrica del interior del paño.

 

-A continuación se procedió a la limpieza con agua a presión y biocida de todas las estructuras.

 

-El pavimento de cantos rodados se consolidó mediante la aplicación de un mallazo de fibra de vidrio y mortero. En el perfil donde queda visible el estrato de tierra que le sirve de cama para que no se desmoronara.

 

-Llagueado con mortero de aquellas partes que carecían de él. Para ello se ha realizado una correcta integración cromática.

 

-Eliminación manual de los restos de cal recientes que existían sobre la mampostería en puntos concretos de la torre de Alozaina.

-Retirada de los mampuestos que cegaban uno de los huecos rectangulares existentes en el lienzo Este. Los mampuestos estaban sueltos, sin material ligante, y bajo ellos había elementos contemporáneos, como plásticos. Esta parte del lienzo ha recuperado su estado original, creando una imagen más real de cómo era la torre cuando se construyó.

 

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Excavación Torre María Sagredo

INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA EN LA TORRE MARÍA SAGREDO DEL CASTILLO DE ALOZAINA (MÁLAGA)

 

Mª ELENA LORIGUILLO MILLÁN

JOSÉ IGNACIO LÓPEZ RODRÍGUEZ

DAVID GESTOSO MOROTE

Astarté-Estudio de Arqueología, S.L.L.

 

       Resumen: La actividad arqueológica no ha aportado resultado arqueológico alguno.

 

       Summary: The archaeological activity has not contributed any archaeological result.

 

El solar objeto de la presente intervención se sitúa en el número 8 de la calle Villa de Alozaina (Málaga) y se encuentra en las coordenadas UTM 334.381/4.066.512. Está delimitado por la propia calle Villa y por la Torre María Sagredo en su lado norte. Se ubica, por tanto, en el exterior del antiguo recinto amurallado del castillo.

 

RESULTADOS DE LA INTERVENCIÓN.

 

Los trabajos se han realizado con la ayuda de dos peones que han ido retirando la tierra y los escombros acumulados en la parcela. El conocimiento de los restos que allí había no era muy bueno, ya que la planimetría de la memoria de la excavación realizada en 2004 no era muy exhaustiva. Además, teníamos serias dudas sobre la cubrición de los restos, ya que no existía información en la documentación que indicase si los restos tenían algún tipo de cubrición (geotextil, plástico,….), por lo que la retirada de los escombros se ha llevado a cabo como si fuese una primera excavación.

 

Además de estos problemas vimos desde el primer día que los restos de los muros, suelos y el arco que se documentaron en su momento podían estar dañados por la obra posterior que se realizó en la plaza para construir un jardín. El objetivo de los presentes trabajos era recuperar los restos enterrados del entorno de la torre, quitar los muros del jardín con el fin de recuperar el espacio existente alrededor de la torre, entendiéndose así el cambio de uso de una estructura militar y explicando la forma de vida del pueblo en su zona más antigua.

 

De los restos a descubrir, lo primero que encontramos es un suelo de cantos de río, viendo que no tenía ningún tipo de cubrición, apareciendo bajo un nivel de escombros y material constructivo contemporáneo. Como se ve en la foto uno de los muros que cerraban la habitación está totalmente arrasado, además se ve la aplicación directa de hormigón, tanto en el muro como en el suelo, lo que se supone que se hizo para evitar filtraciones de agua a las casas colindantes, pero sin tener en cuenta en ningún momento que se estaba actuando sobre un B.I.C. La pérdida del muro no es por un deterioro del muro, ya que se ha desmontado por completo a modo de cantera, pues todas las piedras de este muro las hallamos en el muro del jardín que se levantó.

 

Tampoco nos encontramos lo que el autor de la memoria de la campaña del 2004 denomina rellanos empedrados delimitados por piedras verticales a modo de escalones que relacionan ambas plataformas por la parte sudoeste del torreón, al que están adosados, es decir un nivel de escaleras que bajan de la plataforma superior a la inferior. La plataforma inferior y los escalones están totalmente arrasados, ya que el muro anteriormente mencionado y una plataforma que se ha construido han destruido toda esa parte. También se han roto el arco rebajado que da entrada a la cuadra, sólo queda uno de los arranques de la pared que formaría la puerta, el resto esta, como el muro que cierra la habitación del suelo empedrado, formando parte del muro que cierra el jardín.

 

Después de limpiar esta zona pasamos a la demolición del muro perimetral, que se tiene que quitar con una máquina retroexcavadora, ya que tanto su anchura como el ligante que se utilizó le dan una consistencia inusitada para el fin para el que se realizó. La parte más cercana a la muralla no se quita con máquina sino que se quitará con martillo hidráulico en el momento que se realice la restauración de la torre, con el fin de no dejar al descubierto partes de la torre que lindan con una casa, evitando así filtraciones de agua.

 

Como última actuación se ha realizado una lectura de paramentos de la Torre de María Sagredo, tampoco realizada en la campaña de 2004, ni siquiera en la parte del lienzo de la torre que se puso al descubierto en ese momento. Durante la lectura se ha observado la fábrica original de la torre y se han visto varias reparaciones pertenecientes a diferentes momentos, sobre todo en la zona central y baja de la torre.

La fábrica original de la torre consiste en hiladas alternas de grandes mampuestos tendentes a la forma rectangular (aunque sin tallar) y de pequeños mampuestos a modo de lajas para nivelación, amén de pequeños ripios que refuerzan la propia fábrica. Como ligante parece que se utilizó el barro aunque actuaciones recientes reforzaron el lienzo con cemento entre los mampuestos, lo que impide ver en la mayor parte del mismo los materiales originales. En aquellos puntos donde se ha realizado una reparación del lienzo de la torre nos encontramos con una fábrica distinta que no guarda la alineación en diferentes hiladas, que utiliza mampostería de tamaños muy diversos y cuya disposición es aleatoria, simplemente con el fin de colocar un parche al desperfecto.

 

La torre tiene adosada una casa de dos plantas, lo que impide observarla en su totalidad. La torre se asienta sobre la propia roca caliza del terreno, amoldándose a sus desniveles y su planta es circular, sin llegar a ser un círculo perfecto, aunque en el lado este tiene un lienzo rectilíneo para ajustarse a la muralla. En la parte circular de la torre encontramos diferentes reparaciones, siendo la mayor la que afecta a su parte central y baja. En la parte recta queda poco de la fábrica original, tan sólo un par de retazos, y además presenta dos vanos rectangulares cegados en época reciente. No se conserva la parte alta de la torre, la cual está reparada con una capa de cemento.

 

CONSIDERACIONIES FINALES.

 

La situación de las estructuras del entorno de la Torre de María Sagredo no era la misma que se halló en la campaña de 2004, ya que parte de ellas han sido destruidas con posterioridad para construir un muro perimetral que contenía un pequeño jardín, aunque las estructuras serán recuperadas con los posteriores trabajos de restauración.

 

El presente proyecto de actuación ha servido para poner al descubierto las estructuras relacionadas con la torre de Maria Sagredo. Sirve asimismo como diagnosis previa del estado de conservación de la torre para su restauración.

 

 

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Excavación Carteia-NPT.

EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA EN CARTEIA.
PARCELA DE LA NUEVA PISCINA Y TUBERÍA EN LA REFINERÍA C.E.P.S.A. DE SAN ROQUE (CÁDIZ).

JOSÉ IGNACIO LÓPEZ RODRÍGUEZ
DAVID GESTOSO MOROTE
Astarté-Estudio de Arqueología, S.L.L.

Resumen: La excavación en la presente parcela de Carteia ha permitido documentar parte de la necrópolis altoimperial al norte de la ciudad y una serie de edificios del siglo I relacionados con la actividad comercial portuaria.

Summary: The excavation in Carteia has documented part of the necropolis altoimperial north of the city and a series of first-century buildings associated with the port business.

RESULTADOS DE LA INTERVENCIÓN.

Los trabajos arqueológicos estuvieron motivados por la construcción de una nueva piscina. Está situada en la zona más baja de la Planta de Guadarranque de CEPSA. Además una nueva tubería que la conectaba con la zona de la Nueva Planta de Hidrógeno levantada en 2007 y donde se produjo la aparición de una necrópolis altoimperial (GESTOSO, 2010).

El material arqueológico recuperado nos permite hablar de una ocupación del lugar durante el siglo I. Se documentan dos usos completamente diferentes del espacio. Por un lado tenemos diferentes restos constructivos, que debemos encuadrar en la segunda mitad del siglo I.  Por otro lado diferentes enterramientos, fechados a finales de siglo, quizás como reutilización del espacio para necrópolis, aunque no se ha podido discernir una clara separación entre ambos momentos, ya que todo aparece colmatado por el mismo material de la segunda mitad del siglo I.

Durante el control de la tubería se documentó una tumba de incineración sin cubierta conservada (CF 004). Su ajuar, compuesto por cerámica campaniense, Terra Sigillata Sudgálica y cerámica de tradición púnica, nos da una data de la segunda mitad del siglo I.

En la obra de la piscina se fueron hallando diferentes estructuras romanas. Se tuvieron que conservar lo que obligó a su ampliación hacia la zona norte, apareciendo nuevos restos. Todos ellos aparecen amortizados por un estrato con materiales de la segunda mitad del siglo I. Básicamente podemos hablar de los restos de dos grandes edificios de mampostería. El Edificio A se encuentra en el lado sur de la piscina y de él sólo se ha documentado un muro de grandes mampuestos de 8 metros de longitud y 0´80 metros de anchura (UE 5) y una esquina de mampostería y opus caementicium (UE 8). Se ha interpretado como un horreum debido a sus dimensiones, al hallazgo de dos ánforas asociadas y a su ubicación próxima al río.

En el lado norte de la piscina se documentan los restos estructurales más imponentes.Estas se han nomenclado como Edificio B. Lo primero que destaca es su gran tamaño, con muros de 14 metros, adentrados en los perfiles de la piscina. La técnica constructiva, documentamos dos muros de cierre paralelos con una separación entre ambos de 0´70 metros. De ellos, el muro UE 6 es el que queda al exterior del edificio y presenta una fábrica a base de mampostería mediana con ligante de barro, mientras que el muro UE 7, de mampostería mediana y ligante de opus caementicium, conserva varios contrafuertes equidistantes entre sí.

Formando esquina con UE 7 en su lado oeste y con la misma fábrica hallamos el muro UE 12. Con  7 metros de longitud, da forma al edificio, conformando un espacio mínimo de 100 m. cuadrados. Un nuevo muro (UE 16) cierra una pequeña estancia cuadrangular. En la esquina que conserva hay pavimento irregular de opus signinum (UE 18),  función hidrófuga. Debido a la fábrica de pequeña mampostería tanto de este muro como de un pequeño contrafuerte de cuarto de círculo, esta estancia puede pertenecer a un segundo momento constructivo o una reforma en el edificio. Otros muros adosados a lo que parece ser el exterior de esta estructura la amplían hacia el oeste perdiéndose en el perfil de la piscina (UE 13 y UE 17).

En el centro de la piscina y entre ambos edificios hallamos una estructura maciza de mampostería. Es de planta circular de 2´15 metros, es una gran cimentación aunque sin relación directa con el resto de estructuras.

Además de estas estructuras, en la piscina se han documentado 3 tumbas de finales del siglo I. En el centro de la misma está CF 001, una inhumación sin cubierta conservada ni ajuar asociado. En la zona sur encontramos CF 002, incineración en ánfora con un ajuar que la data a fines del siglo I, y CF 003, incineración bajo cubierta de tegulae a doble vertiente con cierre vertical en cabecera y pies y ajuar datable en la segunda mitad del siglo I. Junto a ellas localizamos los restos de una posible calzada de grandes bloques calizos (UE 23), que interpretamos como una vía que uniría una de las puertas de la ciudad con el río Guadarranque y junto a la que se estableció el área de necrópolis.

Como conclusiones de la intervención debemos relacionar las estructuras halladas con la actividad portuaria de Carteia. El puerto debió ubicarse en la propia desembocadura del río, a no mucha distancia del área estudiada. La observación detallada de su entorno permite deducir, por exclusión de otras posibilidades, que en el margen oeste de la ciudad debieron extenderse las estructuras portuarias, donde también existirían tres puertas que facilitaban el acceso al recinto amurallado desde el puerto (BLÁNQUEZ, 2002).

Los retazos de pavimento parecen corresponder con una vía que comunicaría la ciudad con el puerto. Los dos edificios exhumados parecen tener una finalidad de almacenaje. Ya que se han documentado tanto en Carteia como en sus alrededores diferentes cetariae para la fabricación de salazones. Esta interpretación de las estructuras halladas al norte de Carteia poniéndolas en relación directa con el comercio portuario se sustenta en resumidas cuentas por su situación al exterior de la ciudad y muy cerca del río, por la entidad de los edificios y por el hallazgo de factorías de salazón a no mucha distancia en dirección al río.

Debemos recordar que la ordenación de un puerto romano estaba formada por una serie de obras auxiliares y zonas portuarias. Estas son las balizas, los almacenes, el emporion o mercado libre, etc., es decir, distintos edificios relacionados con el puerto y con otras actividades secundarias como bien nos informa Vitrubio en su obra “Los Diez Libros de Arquitectura” (V-13).  Destacar los pórticos, que es donde se establecían las oficinas y otras dependencias portuarias. Estan  construidas alrededor de las zonas de carga y descarga y los horrea o almacenes, dedicados a los productos básicos. Son edificios de planta rectangular compartimentados para el depósito de mercancías. Esto encaja bastante bien con los restos que hemos documentado.

En cuanto a las tumbas documentadas, cerca de la nueva piscina, debemos ponerlas en relación con la necrópolis altoimperial. Hallada por este mismo equipo en el año 2007 a unos 150 metros de distancia hacia el este (GESTOSO, 2010). El inicio de los enterramientos, a tenor de los datos disponibles a fecha de hoy, en esta necrópolis norte de Carteia se produjo en su sector oeste, donde ahora se ha intervenido, tanto en la zanja como en la piscina, fechándose los enterramientos a finales del siglo I o inicios del II. Posteriormente se extendería hacia el este alejándose del río, en lo que parece ser una zona libre de construcciones, donde podemos fechar 17 tumbas desde finales del siglo II y el siglo III completo.

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Excavación Velez-Málaga

EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA EN LA CALLE FORTALEZA Nº 12 DE VÉLEZ-MÁLAGA (MÁLAGA).

JOSÉ IGNACIO LÓPEZ RODRÍGUEZ
DAVID GESTOSO MOROTE
Astarté-Estudio de Arqueología, S.L.L.

Resumen: El solar situado en el número 12 de calle Fortaleza de Vélez-Málaga se encuentra en el barrio de la Villa, lo que era la madina musulmana, y junto al castillo. Los resultados sólo han aportado un nivel de ocupación de época musulmana, correspondiendo el resto a estructuras de época moderna.

Summary: The site is located at number 12 of Fortaleza street of Vélez-Málaga, in the neighborhood of the Villa, which was the muslim madina, next to the castle. The results have only provided a level of occupation´s Muslim era, the rest being modern era structures.

RESULTADOS DE LA INTERVENCIÓN.

Los trabajos realizados en la presente intervención arqueológica preventiva comenzaron con el planteamiento topográfico de los dos cortes a excavar. El corte más próximo a la puerta de entrada al solar desde la calle Fortaleza se ha denominado C-1 y tiene unas dimensiones de 7 x 5 metros y el más alejado C-2 con unas dimensiones de 8 x 5 metros. A continuación se realizó el rebaje mecánico de los niveles de relleno contemporáneos. Por último, se inició la excavación manual con el concurso de cuatro operarios auxiliares.

Las cotas con las que trabajamos son absolutas y partimos de una cota del nivel del suelo de la parcela de 100 m.s.n.m. en su lado sur, mientras que la cota de la calle es de 102´88 m.s.n.m. en la esquina norte y de 105´54 m.s.n.m. en la esquina sur debido al rebaje existente. El nivel geológico está compuesto por roca pizarra de escasa consistencia (UE 2) y por roca arenisca (UE 30) y presenta un fuerte desnivel, cayendo desde el este hacia el oeste. Aparece a una cota máxima de 99´27 m.s.n.m. (-0´65 m.) en C-1 y llega hasta los 96´99 m.s.n.m. como cota mínima en C-2.

En cuanto a los objetivos planteados en el Proyecto de intervención, éstos se han cumplido en su mayoría. Se ha realizado una excavación integral en extensión y profundidad de los restos arqueológicos hasta agotar la secuencia estratigráfica, se ha dictaminado la naturaleza y cronología de los restos hallados, se han establecido las distintas fases de ocupación culturales, su naturaleza y función a lo largo de las diferentes etapas, se ha dictaminado la extensión y potencia real de los restos. Además hemos podido establecer la secuencia diacrónica de ocupación urbana de la zona. Las características físicas y demográficas de la población medieval no se han determinado al no aparecer restos humanos.

1. Fases de ocupación.

Se han documentado tres fases de ocupación: musulmana, moderna y contemporánea.

Época musulmana (siglos XIII-XV).

La mayoría de los materiales musulmanes han aparecido mezclados con otros de época moderna, por lo que quedan adscritos a rellenos que han utilizado tierras del entorno, donde lógicamente habría cerámica musulmana, ya que nos encontramos dentro de la medina y a escasos metros de la fortaleza de la ciudad.

El único elemento que podemos adscribir a los últimos momentos de la ocupación musulmana es un pozo o silo (UE 28), ya que los materiales que lo colmatan se encuadran dentro de la tipología almohade-nazarí. Se trata de un espacio de planta rectangular excavado en la roca arenisca (UE 30), delimitado por dos muros y por la propia roca y que se ubica en la esquina noroeste del corte C-1. La anchura del pozo es de 1´02 x 0´73 metros y su profundidad de 1 metro. El fondo del mismo está compuesto por la propia arenisca del terreno.

El muro UE 31 se encuentra bajo el muro moderno UE 23 del perfil norte, que mantiene su alineación, y está construido a base de hiladas de ladrillos colocados horizontalmente y con ligante de barro. Tiene 0´90 metros de longitud y 0´90 metros de profundidad. Enfrente (lado sur) encontramos el otro muro (UE 27), que presenta una fábrica mixta a base de ladrillos y de mampuestos de mediano tamaño con ligante de barro y sus dimensiones son 1´06 x 0´40 metros y una altura de 0´80 metros.

Podemos interpretar que el pozo musulmán se abandona y colmata en los últimos momentos nazaríes y que posteriormente se construyen las estructuras de época moderna que, seguramente por ser todavía visibles, mantienen la alineación de uno de los muros del pozo musulmán.

Época moderna (siglos XVII-XVIII).

La ocupación del solar en época moderna parece ser la más importante y se efectúa directamente sobre el nivel geológico (UE 2-30), aprovechando las irregularidades del terreno unas veces para apoyar los muros y otras excavando en la roca para nivelar o modelar el terreno. Los estratos que cubren todas las estructuras halladas presentan materiales cerámicos en su mayoría de época moderna aunque con algunos fragmentos musulmanes de época almohade y nazarí, sin duda correspondientes a aportes de tierra del entorno usados para nivelar el terreno o simplemente debidos a la propia acción natural, ya que nos encontramos en una ladera con fuerte pendiente justo debajo de la fortaleza medieval, en su cara oeste.

En el corte C-1 encontramos un terreno con pizarra en el lado sur y arenisca en el norte en el que se construye una serie de estructuras. La de mayor envergadura corresponde a una estancia, habitación A, formada por dos muros (UE 9 y UE 16) que se adaptan al terreno apoyándose directamente en la roca. El muro UE 9 tiene una orientación este-oeste y unas dimensiones de 1´40 x 0´47 metros y su altura máxima conservada es de 0´30 metros. Su fábrica consiste en seis hiladas con alternancia de mampuestos medianos y ladrillos y ligante de barro.

El muro UE 16 hace esquina con el anterior, su orientación es norte-sur y sus dimensiones de 5´10 x 0´47 metros con una altura conservada de 0´70 metros. En su construcción podemos observar una zarpa de grandes mampuestos como cimentación sobre la que se levanta el muro de mampostería mediana y ladrillo con cinco hiladas conservadas.

Su extremo norte apoya sobre la roca arenisca, no conservándose otra esquina o cierre de la estancia. En el interior de la misma se documentaron los restos de un posible pavimento de ladrillos colocados horizontalmente (UE 25) muy mal conservado sobre el que había dos grandes mampuestos calizos que descansaban horizontalmente. El interior de la esquina de la habitación A se localiza una pequeña estructura de forma elíptica (UE 26) compuesta por un sencillo anillo de mampuestos medianos que interpretamos como un pequeño silo o depósito excavado en la roca para almacenar alimentos. Sus dimensiones son 1´20 x 0´60 metros y su profundidad de 0´54 metros.

Al sur del muro UE 9 encontramos un pequeño murete paralelo a él (UE 8) formado por pequeños mampuestos con ligante de barro. Sus dimensiones son 0´80 x 0´25 metros y una altura de 0´25 metros. Delimita un pequeño pavimento de mortero de planta rectangular (UE 24) que está encajado entre la roca arenisca y que se pierde en el perfil sur, sin que se pueda establecer su funcionalidad. Al oeste del muro UE 16, es decir, fuera de la habitación A, se conservan los restos de un pavimento de ladrillos con un mortero de cal (UE 29) apoyados directamente sobre la roca.

Paralelo al perfil norte discurre un nuevo muro (UE 23) de mampostería mediana y ladrillos con ligante de barro que apoya directamente en la roca arenisca con unas dimensiones de 2´40 x 0´30 metros. Bajo él se encuentra el muro musulmán UE 31 correspondiente al pozo UE 28.

En el corte C-2 también se han documentado diferentes estructuras relacionadas con las anteriores, de las que unas están construidas sobre la roca y otras excavadas en ella.

En total se han hallado aquí tres pozos o silos de planta circular excavados por completo en la pizarra. Todos ellos se encuentran colmatados con materiales modernos y musulmanes, aunque no podemos descartar que fueran excavados en época musulmana y reutilizados posteriormente. En el centro del corte se sitúa el pozo UE 12 con un diámetro de 1´15 metros y una profundidad de más de 1´30 metros, ya que no se halló el firme. Hacia el este uno más pequeño, UE 21, con un diámetro de 0´90 metros y una profundidad de 0´90 metros, donde se encontraba la base de la roca pizarra.

Junto al perfil este y un poco más al norte se halla el silo UE 15 con un diámetro de 1´15 metros y una profundidad de 0´80 metros. Su fondo está formado por una tierra verdosa de matriz granulosa fina y el relleno del mismo presenta una gran cantidad de cerámica, entre la que destaca la de época musulmana (nº inventario 4), junto a otra moderna.

Desde el lado sur hasta el centro de corte discurre sobre la cota máxima de la roca pizarra una atarjea de ladrillos, UE 4, que aprovecha la pendiente para canalizar el agua hacia el lado oeste. Conserva una longitud de 2´03 metros con una anchura de 0´48 metros y hacia su mitad presenta un quiebro hacia el oeste. Está formada por un fondo de ladrillos y dos muretes laterales, con dos hiladas conservadas, configurando un canal de 18 cm. de anchura.

El módulo de los ladrillos es de 30 x 15 x 3´5 cm. Su parte más alta, hacia el sur, la línea de la atarjea se extiende mediante cinco lajas calizas de gran tamaño dispuestas horizontalmente y con restos de mortero de cal en sus dos caras (UE 3) que podría ser la base de un muro o parte de la propia canalización muy deteriorada. En el lado este de la atarjea permanecen visibles los restos de un posible pavimento de pequeños mampuestos que tapa parte del silo UE 21, por lo que podría pertenecer a un momento posterior o ser el cierre de dicho silo.

El extremo norte del corte se conservan los restos de un pavimento de ladrillos colocados de canto (UE 11) con una disposición de dos líneas verticales de ladrillos de las que salen el resto de líneas horizontales. Se utiliza el barro como ligante y apoya directamente sobre la roca pizarra. Se podría interpretar a tenor de su fábrica y de su ubicación dentro del conjunto de estructuras como un posible patio al aire libre.

Entre este pavimento y la atarjea se documenta una pequeña estancia de planta rectangular excavada en la roca, habitación B, con unas dimensiones de 2´22 x 1´52 metros. En su lado norte presenta los restos de un murete (UE 18) con tres hiladas de mampostería mediana que apoya en la propia pared excavada en la roca y con una dirección oeste-este.

En su lado sur se conserva un pavimento muy tosco a base de mampuestos de tamaño grande, mediano y pequeño (UE 17). Otro resto de murete, UE 19, con dirección norte-sur que también aprovecha la pared de la roca, podría pertenecer a la misma estructura, que formaría una pequeña esquina hacia el norte, aunque aparece muy deteriorado.

En la cota más baja del corte, en su lado oeste, hallamos la estructura de mayor envergadura del mismo. Se trata de dos muros que forman esquina, habitación C, y de una escalinata. Junto al perfil sur y paralelo a él se encuentra el muro UE 5 de mampostería mediana y grande, con unas dimensiones de 2 x 0´50 metros. Aparece cubierto por el estrato UE 7, con restos de ladrillos, piedras, material cerámico y algún pequeño fragmento de mortero con pintura roja, lo que podría indicar que estuvo enlucido y pintado.

Adosada a su cara sur presenta una escalinata, realizada con material reutilizado como una piedra de molino, con tres grandes escalones de tres hiladas de mampuestos y ladrillos. Formando esquina con UE 5 se encuentra el muro UE 13 con unas dimensiones de 3´80 x 0´60 metros y una altura conservada de 0´90 metros. Su fábrica es a base de mampostería mediana con ligante de barro y tiene una orientación norte-sur. Se apoya en la roca pizarra, previamente tallada, y se documenta un gran derrumbe o relleno a modo de contención entre el muro y la roca natural en su lado este (UE 20).

Época Contemporánea (siglo XX).

Tras el abandono de las estructuras descritas anteriormente la parcela no vuelve a urbanizarse, quedando como escombrera y adaptándose los diferentes rellenos de escombros allí arrojados a la pendiente original del terreno, como puede observarse en la huella dejada en la pared medianera del lado sur. En momentos muy recientes la parcela se rebajó y se niveló para utilizarse como lugar de acopio de materiales y de trabajo, que es tal y como la encontramos hoy en día.

 

CONCLUSIONES.

El solar que nos ocupa se sitúa en la cara oeste del cerro en que se sitúa la fortaleza medieval de Vélez-Málaga y muy próximo a ella. Debido a la pronta afloración de la roca natural y a los trabajos de nivelación del terreno a lo largo del tiempo, los posibles niveles más antiguos pertenecientes a la madina musulmana han sido arrasados a excepción de un pozo. Entre los estratos documentados se ha hallado numeroso material constructivo así como material cerámico revuelto de diferentes épocas, sin duda pertenecientes tanto a los aportes de tierra para nivelar el terreno como al propio rodamiento de los mismos desde cotas más altas.

La ocupación más antigua documentada en el solar de la calle Fortaleza nº 12 de Vélez-Málaga corresponde a los siglos XIII-XV si nos atenemos a los materiales de colmatación de un pozo. Las posibles estructuras asociadas simplemente han desaparecido, si las hubo, aunque no se descarta que el resto de pozos aparecidos fueran excavados en la roca en época musulmana y reutilizados posteriormente en época cristiana.

Entre los depósitos de época moderna (siglos XVII-XVIII) encontramos materiales residuales de momentos anteriores, principalmente ataifores y jarritas pertenecientes a momentos almohades y nazaríes.

Las estructuras documentadas se debieron mantener en uso durante un espacio prolongado de tiempo hasta que fueron abandonadas en el siglo XIX, quedando la parcela sin urbanizar hasta el día de hoy, ya que quedó como escombrera improvisada.

Así, lo más destacable de la presente intervención es el hallazgo de varios muros y silos que parecen formar un conjunto más o menos homogéneo datable en la época moderna. Podemos diferenciar tres estancias, la habitación A en el corte C-1 (al norte) y las habitaciones B y C en el corte C-2 (al sur).

Los restos de la habitación A están formados por dos muros haciendo esquina que siguiendo las irregularidades del terreno se apoyan en la propia roca en su construcción. Parece que estuvo pavimentada con un tosco suelo de ladrillos colocados horizontalmente y en la propia esquina presenta un pequeño silo excavado en la roca.

La habitación B se excavó en la roca pizarra y después se levantaron unos muretes de mampostería apoyados sobre dichas paredes naturales. Es de planta rectangular y conserva parte de su pavimento, realizado con mampuestos de gran tamaño.

La habitación C está compuesta por dos muros que también se apoyan en la roca pizarra, previamente recortada para nivelar un poco el terreno. En su exterior presenta una escalinata de tres peldaños utilizados para salvar el desnivel de la ladera. A una cota más elevada se documenta una atarjea que servía para conducir el agua aprovechando la pendiente natural.

Los restos de un pavimento en una terraza por encima de la cota de la habitación B realizado con ladrillos colocados de canto parecen corresponder a un posible patio o zona pavimentada al aire libre.

Por otro lado, es de destacar el hallazgo de cuatro pequeños silos de planta circular excavados en la roca en un reducido espacio. El fondo de los mismos es la propia roca del terreno, por lo que nos inclinamos más por pensar en silos de almacenamiento que en pozos negros.

Un nuevo muro de mampostería localizado en el perfil norte de C-1 podría corresponder a otra estancia, aunque, en todo caso, quedaría fuera de la zona de excavación. Por último, se localizan los restos de un tabique de ladrillos en el perfil oeste de C-2, sin que podamos definir su funcionalidad.

Todo ello nos lleva a pensar que estamos ante un ambiente doméstico,de la antigua ciudad de Vélez-Málaga quizás con alguna zona para guardar animales.

La atarjea aparecida podría muy bien canalizar el agua de algún pequeño manantial cercano o de la propia lluvia para darle un uso humano.

Debido a la ausencia de intervenciones arqueológicas en la zona, a pesar de su enorme interés, no podemos hablar de paralelos. Basándonos en la cercanía a la fortaleza medieval, en el hecho de encontrarnos dentro del recinto amurallado de Ballix y en la información de los repartimientos de la ciudad en época cristiana, las expectativas de la presente intervención apuntaban hacia la posibilidad de encontrar alguna estructura de la ciudad islámica. Pero el hecho de no haber hallado niveles de época musulmana no significaría en nuestra parcela que éstos no hubieran existido, ya que parece que hubo un arrasamiento de los niveles anteriores en época moderna para nivelar el terreno rocoso y levantar las nuevas edificaciones. No descartamos que alguna construcción musulmana se hubiera reaprovechado, como podría ser alguna de las estancias excavadas en la roca o alguno de los silos.

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Excavación Maqbara Sevilla

LA MAQBARA MUSULMANA DE LA MACARENA.CALLE DIVINA ENFERMERA Nº 14.

 

DAVID GESTOSO MOROTE

JOSÉ IGNACIO LÓPEZ RODRÍGUEZ
Astarté-Estudio de Arqueología, S.L.L.

 

Resumen: La presente intervención ha dado como resultados más significativos la documentación de una serie de niveles romanos altoimperiales no aparecidos en una campaña anterior en el mismo solar y la documentación de parte de la maqbara musulmana de los siglos X y XI de Isbiliya ubicada en el actual barrio de la Macarena y perteneciente al primitivo recinto amurallado musulmán de Sevilla.

 

Summary: This intervention has resulted in more significant documentation of a series of I-II centuries Roman levels is missing from a previous campaign on the same site and documentation of part of the century Muslim maqbara X and XI Isbiliya located in the current quarter of the Macarena and belonging to the original walled Muslim Seville.

 

En la Alta Edad Media esta zona se encontraba extramuros, de ahí su uso como necrópolis, y junto a una de las puertas del norte de la ciudad situada en lo que hoy es la Plaza de San Martín. Posteriormente, y debido al crecimiento de la ciudad, esta parcela quedó integrada en el nuevo recinto amurallado levantado por los Almorávides en el siglo XII, quedando situada más o menos en el centro del mismo, un poco orientado hacia el norte y cercana a la actual Alameda de Hércules.

 

En el solar se había realizado ya una intervención arqueológica con una serie de sondeos que abarcaron 175 metros cuadrados, por lo que la superficie total del solar para esta nueva intervención quedaba reducida a 488´74 metros cuadrados. Debido a esto, los nuevos cortes se han tenido que adaptar al espacio no excavado anteriormente, por lo que presentan una disposición y unas dimensiones peculiares. Básicamente podemos decir que los cortes de 1998 se ubicaron en el centro del solar y los que ahora excavamos nosotros se han planteado cerca de las medianeras.

 

  1. RESULTADOS DE LA INTERVENCIÓN.

 

Debemos destacar la existencia de numerosas cimentaciones de hormigón en forma de bloque paralelepípedo en todo el solar pertenecientes a la nave derribada, con una profundidad de hasta 2´60 metros, algunas de ellas arriostradas, por lo que los niveles arqueológicos se han visto afectados. Todo esto implica, además, que alrededor de las cimentaciones y en las zonas donde se abrieron zanjas el material aparezca totalmente revuelto desde época romana hasta nuestros días.

 

También debemos señalar que se han dejado algunas zonas sin rebaje manual debido por un lado a razones de seguridad, puesto que algunos perfiles se desmoronaban por estar compuestos de materiales de relleno muy sueltos y así lo dictaminó el responsable de Seguridad y Salud, y por otro lado a la existencia de varios pozos contemporáneos con una fuerte afección sobre los niveles arqueológicos. Todo ello se decidió de común acuerdo con el inspector de la Delegación de Cultura. Las zonas que denominamos “no excavadas” fueron documentadas y entibadas como medida de seguridad. Se trata del sector norte de C-2, donde apareció una estructura tipo aljibe con un relleno contemporáneo de escombros y botellas de cristal, y del sector norte de C-3, donde se sitúa un gran pozo rectangular.

 

El nivel freático apareció a una cota de 3´95 m.s.n.m. y las cotas finales alcanzadas en cada corte han sido las siguientes: en C-1 se llegó a 3´78 m.s.n.m. en el sondeo NO, en C-2 a 5´42 m.s.n.m. (UE 2013) y en C-3 a 3´80 m.s.n.m.

 

Los resultados obtenidos en la presente excavación los podemos dividir en dos apartados claramente diferenciados.

 

Por un lado hemos hallado varios niveles de ocupación romana en los tres cortes. De todos ellos destaca la superposición de pavimentos documentada en el corte C-3. Apareció una basa de columna in situ. Se trata de un dato totalmente novedoso en este solar. En la campaña de 1997-1998, el equipo encargado de la excavación no documentó ningún nivel romano de ocupación. El material cerámico asociado a estos niveles nos permite fecharlos en los siglos I y II.

 

Por otro lado tenemos la necrópolis musulmana, conservada solamente en el corte C-1, salvo un individuo en C-3. Los restos de la misma se han visto afectados tanto por las cimentaciones contemporáneas como por un patio moderno. Los datos obtenidos ahora nos permiten ampliar y completar la información que se tenía de esta necrópolis musulmana del norte de Isbiliya, junto a la Puerta de San Martín, de los siglos X-XI.

 

Fases de ocupación.

 

Hemos podido diferenciar cuatro fases de ocupación en el presente solar. Los restos más antiguos corresponden a época romana. A continuación se dedicó el espacio a una almacabra de época musulmana. De época moderna permanecen los restos de una importante vivienda. Y por último, las cimentaciones correspondientes a la época contemporánea. Pasamos a continuación a describir las diferentes fases de ocupación.

 

Fase I: Romana (siglos I-II).

 

La primera ocupación documentada en el solar corresponde a época altoimperial romana. Los estratos romanos se asientan sobre el nivel geológico. Está compuesto por arcillas limpias de tonalidad marrón-rojiza y aparece a una cota de 3´79 m.s.n.m.. A su vez, estos niveles romanos aparecen amortizados por los niveles de enterramiento musulmanes del siglo X, aunque en el sector Norte de C-1 están cubiertos por una capa de arena estéril. Puesto que estamos en una zona inundable, muy próxima a la laguna formada por el río Guadalquivir en la Alameda de Hércules, esto nos lleva a pensar en un abandono del solar después del siglo II debido probablemente a una inundación del mismo que dejaría la zona en malas condiciones para su habitabilidad.

 

La importancia de los restos romanos hallados en la presente excavación tiene dos vías. Por un lado por ser los primeros que se documentan en la manzana. Y por otro por su carácter monumental. Se trata de diferentes niveles superpuestos que abarcan un breve espacio de tiempo. Así, nos encontramos con ocho momentos constructivos diferentes entre el siglo I y mediados del siglo II. Se corresponden con siete suelos y con un muro. Además, se ha documentado un importante nivel de derrumbe.  En este se distingue claramente un pilar de ladrillos, gran cantidad de argamasa de cal y muchas tégulas.

 

Dentro del primer momento constructivo destacan los restos de un pavimento de mortero. Está asociado a una basa caliza de columna localizada in situ sobre una pequeña plataforma cuadrada de mortero. Claramente parece tratarse de un edificio importante. No podemos extraer más conclusiones debido a lo reducido del espacio excavado. Su cronología no se puede fijar con total exactitud, pero sería, en todo caso, anterior a mediados del siglo I.

Este nivel aparece cubierto por un paquete de tierra marrón de 14 cm. de potencia, lo que podría indicar un abandono del edificio o una preparación del terreno para una nueva distribución del espacio, lo que no podemos confirmar porque aquí no se ha encontrado material cerámico. Lo que es evidente es que a continuación se realiza un primer pavimento hecho a base de ladrillos fijados sobre una cama de mortero. Un nuevo paquete de tierra marrón de 21 cm. de potencia también sin materiales amortiza este suelo.

Sobre él encontramos los restos de un muro, de escasa consistencia en cuanto a su fábrica, realizado con ladrillos sin ligante. Inmediatamente a él se superpone un nuevo suelo de ladrillos en el que hallamos dos fragmentos de mediano tamaño de placas de mármol, tal vez reutilizadas y pertenecientes a la decoración del edificio del primer momento.

El suelo lo fechamos en la segunda mitad del siglo I por la cerámica hallada entre sus ladrillos y por la secuencia estratigráfica. Este suelo se repavimenta con un nuevo suelo de ladrillos relacionado con un muro que lo delimita por el lado sur. Se trata de un muro de opus mixtum, del que se conservan tres hiladas de ladrillos y un sillar con moldura reaprovechado y puesto del revés, por lo que deja ver las hendiduras de las grapas. También pensamos que el sillar pertenecería al primer edificio, lo que confirma su importancia.

 

Un nuevo paquete de tierra marrón de 19 cm. de espesor colmata el nivel descrito, también sin material cerámico. Sobre él un nuevo pavimento de ladrillos, cubierto a su vez por un paquete de tierra marrón de 38 cm. de espesor y con materiales que nos permiten fecharlo hacia los inicios del siglo II.

 

Un último pavimento de ladrillos aparece seguidamente, pudiéndolo fechar en la primera mitad del siglo II gracias a la secuencia estratigráfica. Queda cubierto por un estrato de tierra marrón, sobre el que hallamos un pavimento de cal con algunos materiales cerámicos que lo datan en la primera mitad del siglo II. Por último, un estrato de tierra negruzca con materiales romanos datables entre los siglos II y III pertenece al momento de abandono de las estructuras romanas. Este hecho parece que es debido a las continuas inundaciones que sufría la zona, como queda expuesto más arriba. Los niveles romanos aparecen colmatados por el primer estrato de enterramiento musulmán del siglo X, no pudiendo concretar si pudo existir algún nivel romano más que fuera posteriormente arrasado.
Fase II: Musulmana (siglos X-XI).

 

La época musulmana aparece únicamente representada por la almacabra de los siglos X y XI. Debido al máximo aprovechamiento del espacio disponible, a la uniformidad del terreno y a que las tumbas se cubrían con la misma tierra extraída de las fosas, se hace muy difícil diferenciar fases de enterramiento. Tan solo factores estratigráficos de deposición de los individuos nos permiten hablar de dos fases.

 

El estrato de tierra marrón que cubre los enterramientos más recientes lo denominamos UE 1012, que son la mayoría, y contiene material cerámico predominantemente del siglo XI. Un segundo estrato musulmán, UE 1013, también de tierra marrón y misma textura, queda por debajo y se puede fechar en el siglo X. Ambos estratos presentan multitud de fragmentos cerámicos romanos, en especial de ánforas Dressel 20 y de Terra Sigillata Hispánica, lo que nos indica que la excavación de las fosas removió el material romano del nivel sobre el que se asienta la almacabra.

Así, este material aparece reutilizado en algunas tumbas musulmanas, con fragmentos de tégulas como cubrición, o simplemente desplazado de su contexto arqueológico. Además, diferentes materiales de épocas posteriores contaminan los niveles musulmanes debido a todas las afecciones modernas que hay en el solar, como ya se ha indicado en el apartado anterior, así como por la construcción de un gran patio en época moderna que arrasó con todos los niveles musulmanes en los cortes C-2 y C-3, de ahí que tan solo se haya conservado un individuo en C-3 (CF 035).

 

De los primeros momentos de ocupación de la almacabra se han documentado los restos de tres muros de pequeña mampostería que, debido a las afecciones posteriores y a su mala fábrica, aparecen en un estado de conservación regular. En el centro del corte C-1 encontramos dos muros formando esquina (UE 1020 y UE 1030) que están delimitando un pequeño espacio dentro de la almacabra. Junto al perfil oeste de C-1, en su lado norte, se halló una hilada de un pequeño muro (UE 1025) en dirección O-E.

 

 

En total se han documentado 41 complejos funerarios que denominamos CF. La cota máxima, tomada en el punto más alto conservado del cráneo, la representa CF 006 con 6´80 m.s.n.m. y la cota mínima CF 041 con 6´04 m.s.n.m., es decir, todos se encuentran en un paquete de tierra de 0´76 metros de espesor. Los individuos aparecen todos alineados con la cabeza al oeste y mirando hacia el sur en decúbito lateral derecho, siguiendo el rito musulmán. En cuanto a la tipología de las tumbas, podemos diferenciar los siguientes tipos:

 

-Fosa sin cubrición: en la mayoría de los casos la tumba consiste en una simple fosa sin cubrición alguna.

 

-Fosa con cubrición: la cubierta se realiza simplemente con varios fragmentos cerámicos y de tégulas sobre la misma dispuestos de manera irregular.

 

-Tumba de bastidor: la fosa queda enmarcada por un sencillo bastidor de ladrillo

 

-Tumba con señalamiento: en alguna ocasión se señala la tumba con una alineación de fragmentos cerámicos en el lateral clavados verticalmente en el suelo (CF 022).

 

Los restos hallados de fragmentos de estuco pintados a la almagra nos hablan de una posible decoración pintada en alguna de las tumbas, aunque nunca ha aparecido in situ.

La gran mayoría de las tumbas no presenta ajuar, como mandan los cánones islámicos. Esta regla se rompe tan solo en seis casos, donde aparece algún material junto al cuerpo, aunque las tumbas no presentaban cubrición alguna. Este pequeño ajuar puede estar representado por un ataifor (CF 030), por una redoma y una llave de hierro (CF 021), por un candil de piquera (CF 033), por una ollita de cocina (CF 014, CF 015) o por un jarro y una ollita (CF 039).

 

Fase III: Moderna (siglos XVI-XVIII).

 

Con la ampliación del recinto amurallado de la ciudad en el siglo XII, la almacabra se abandona porque quedaba en su interior. Se mantuvo como recinto sagrado en un primer momento. Tras la conquista cristiana de Sevilla en 1.248 en esta zona no se construye, debiendo quedar seguramente como zona agrícola intramuros. Así, del siglo XVI localizamos un pozo circular de ladrillo bajo un nivel de relleno. Tiene materiales adscribibles a los siglos XVII y XVIII. Además dos grandes tinajas que estaban semienterradas como depósito de almacenamiento. Una de ellas aparece sellada por una losa y varios mampuestos.

 

De los siglos XVII-XVIII un nuevo pozo circular de ladrillo amortizado por un nivel de argamasa de cal. Será a partir del siglo XVIII cuando se habite el lugar con la construcción de una gran vivienda. Durante la nivelación del terreno se arrasan por completo los niveles musulmanes. El suelo del patio presenta cotas por debajo de los enterramientos musulmanes que se mantienen intactos. Esto se aprecia claramente en C-1, donde el suelo del patio está a 6´07 m.s.n.m. y los CF aparecen hasta una cota máxima de 6´80 m.s.n.m. Debido también a esto, en C-2, el patio se asienta directamente sobre un estrato romano.

 

Los restos más importantes hallados de esta fase son los de un gran patio de andenes. Se han documentado en los tres cortes practicados en el solar, lo que da idea de su tamaño. Se ha podido delimitar en dos de sus lados gracias a los muros de cierre del mismo.

 

Este patio ya se documentó, por lo que ahora se ha continuado con el dibujo de su planta. En todo momento aparece colmatado por un relleno con materiales del siglo XX. Los materiales no nos permiten fijar con exactitud su cronología. Ésta se ha basado en las características técnicas del mismo. Son andenes rectilíneos conectados entre sí en ángulo recto y con un suelo de ladrillos a la palma. El módulo de los ladrillos es de 27´5 cm. x 12´5 cm. y un grosor de 1 cm. El borde de los andenes está rematado por unos alizares de azulejo de color azul. Entre ellos existía una zona de jardines.

En el andén hallado en C-3 se realizó un sondeo para conocer la estratigrafía subyacente. Se observó que los ladrillos se asientan en una gruesa cama de mortero. Por debajo se documentó algo de material cerámico musulmán (s. X-XI) y unos pocos restos óseos, seguramente de un C.F. destruido. Aquí encontramos también un pequeño pozo de planta circular y fábrica de ladrillo del patio. Un roto en el suelo de forma cuadrada era sin duda donde estaría el brocal del pozo. El patio, a 6´07 m.s.n.m., arrasa los niveles de la almacabra musulmana, apareciendo en C-3 una única tumba, C.F. 035, y a una cota de 6´12 m.s.n.m., quedando por debajo del suelo. Simplemente se ha conservado porque el límite del patio quedó justo a su lado (muro UE 3004).

 

Fase IV: Contemporánea (siglos XIX-XX).

 

La casa con el patio de andenes permanece en uso hasta el siglo XIX, cuando es abandonada. Un gran relleno de materiales contemporáneos eleva la cota de todo el solar y lo nivela. Encontramos ahora nuevas estructuras pertenecientes a una nueva vivienda que apoyan sobre el patio anterior, como es el caso de un aljibe con las paredes interiores enlucidas que encontramos en el sector norte de C-2. Éste a su vez aparece colmatado por un relleno con materiales del siglo XX.

 

Otras estructuras de este momento son varios pozos o cisternas realizados en ladrillo y de planta rectangular. Estan cubiertos por una bóveda de medio punto y varios pozos de ladrillo de planta circular.

 

En C-2, parte del suelo de ladrillos del patio de la fase anterior se encuentra cubierto por un pavimento de mortero de cal muy deteriorado. Podría lo que supone una reestructuración del espacio.

 

En los años ochenta del siglo XX se derriba esta nueva vivienda. Se nivela el solar con materiales de momentos muy recientes y se levanta una nave industrial utilizada para almacenamiento. Para su construcción se excavan multitud de pozos de planta cuadrangular. Posteriormente se rellenan de hormigón y que sirven de pilotes a la nave. En concreto han aparecido en el interior de los tres cortes excavados un total de quince cimentaciones de hormigón que han limitado el espacio a excavar y que han supuesto una fuerte afección sobre los restos arqueológicos. Dicha nave es la que se derribó dentro del actual proyecto de obras en el solar que nos ocupa.

 

Estudio del material cerámico.                                  

 

El material cerámico lo vamos a dividir por su interés en dos bloques, romano y musulmán.

 

El material romano recuperado pertenece tanto a niveles romanos como a niveles musulmanes. Aparece esparcido debido a las remociones de tierra de la almacabra o reutilizados en las tumbas como material de cubrición (fragmentos de tégulas).

 

En primer lugar debemos destacar el alto porcentaje de material constructivo romano localizado. Indica que en el lugar o en sus cercanías se encontraba algún tipo de construcción. Se han recuperado un total de 371 fragmentos de elementos constructivos en los niveles romanos. En concreto, 81 tégulas, 276 ímbrices y 14 ladrillos.

 

Entre la vajilla cerámica predomina la Terra Sigillata Hispánica (s. I-II) con 38 fragmentos. Terra Sigillata Africana (s. I-II) con 42 fragmentos, predominando la TSA A. Además, encontramos 3 fragmentos de Gálica (s. I-II) y uno decorado con barbotina.

 

En cuanto a las ánforas, 39 fragmentos, de los cuales 19 son Dressel 20 (s. I-III). Dos de ellas presentan un sello en el asa (“PLS”, “SN…”). Otros tipos son la Beltrán I (s. I) y la Beltrán IIB (30-170).

 

La cerámica musulmana se encuadra entre los siglos X y XI. De la cerámica de mesa destacan los ataifores hemisféricos sin pie de borde sencillo con vedríos verde o melado y decoración en manganeso (s. X). Los jarritos de pasta pajiza de base plana o plano-convexa (s. X). Las redomas sin vidriar con la superficie estriada (s. X-XI).

 

Cazuelas sin vidriar o con vedrío melado al interior, orzas de almacenamiento de alimentos y ollitas a torno lento (s. X-XI).

 

También encontramos fragmento de alcadafe de borde plano, de canjilón de noria y de candil de piquera (s. X).

 

Como ya se ha explicado, los niveles musulmanes aparecen unas veces con bastantes materiales romanos de los niveles inferiores y otras con multitud de intrusiones modernas debido a las cimentaciones y los pozos. Esto ha motivado que muchos fragmentos de cerámica común, principalmente amorfos, no se hayan podido ubicar cronológicamente con total exactitud por su gran semejanza en diferentes épocas.

 

  1. CONCLUSIONES.

 

La zona que nos ocupa se vio frecuentemente afectada por las inundaciones del río Guadalquivir debido a que se encontraba muy ceca de la laguna que había formado el brazo secundario del río en la Alameda de Hércules. Este hecho queda constatado en los perfiles estratigráficos de la excavación en forma de arroyadas de niveles arenosos sin material alguno. Además, el agua estancada parece ser que era un foco de infecciones y malos olores, por lo que era conocida como la Laguna de la Peste, desecada en el siglo XVI. Este pudo ser uno de los motivos de la poca actividad constructiva en la zona.

 

La principal novedad aportada aquí es la localización de diferentes estratos romanos de ocupación. Hasta el momento no se habían detectado vestigios de época romana en toda la manzana que nos ocupa.  Ni siquiera en la excavación realizada en el mismo solar con anterioridad (Vera, 1998). Conocemos por otras intervenciones que la zona que quedaba al norte de las murallas romanas estaba ocupada por talleres de alfarería y por una serie de villae residenciales o de explotación agrícola. Además, la calle San Luis parece ser la prolongación del cardo máximo de la ciudad, siendo la vía de salida hacia Itálica.

Alrededor de ella se situaría alguna necrópolis, hallazgo de una urna cineraria de época romana en la Plaza del Pumarejo. La cerca muraria de época romana por su lado norte llegaba hasta la iglesia de Santa Catalina.  Continuaba por la calle Gerona hasta la puerta situada en la iglesia de San Martín, junto a nuestro solar.

 

Los restos romanos hallados consisten básicamente en una sucesión de suelos de ladrillo. Desde el siglo I hasta mediados del siglo II y en un par de muros (uno de ellos reutilizando un sillar), aunque lo más destacable es el hallazgo de un nivel, el más antiguo, formado por una capa de mortero como preparación de un pavimento donde encontramos in situ una basa de columna sobre una plataforma de mortero. Lógicamente, sólo puede pertenecer a un edificio importante. Seguramente a alguna de las villae residenciales que se situaban cerca de las murallas. También documentamos un importante nivel de derrumbe. Se aprecia claramente un pilar de ladrillos caído in situ, que correspondería a otra estructura diferente.

 

Los paralelos cronológicos más cercanos se sitúan en la calle San Luis nº 73 y 75. Se detectaron estructuras constructivas de los siglos I-II que fueron arrasadas en el siglo IV. San Luis nº 78-80, donde los primeros indicios poblacionales se sitúan en los siglos I-II. Calle Relator nº 92, primer asentamiento en una zona elevada y junto a una vía de comunicación, siglo II.

 

En las calles San Luis nº 95 y Malpartida nº 10-12 encontramos los primeros indicios de ocupación humana. Se desarrolla a lo largo de un camino (perpetuado en la calle San Luis) que correría paralelo a un cauce fluvial y cuya primera actividad fue una necrópolis de los siglos I-II amortizada en los siglos II-III por usos relacionados con una villa. En la calle Virgen del Carmen Doloroso se documentaron niveles romanos altoimperiales del siglo I.

 

Los niveles romanos desaparecen en el siglo III. Podemos intuir dos causas: por un lado, en una zona de la excavación estos niveles aparecen colmatados por un nivel de arenas limpias, lo que nos lleva a pensar en una inundación y abandono del lugar; por otro lado, la ubicación posterior de una almacabra musulmana hace posible que se hubiera arrasado algún nivel romano, ya que en los niveles musulmanes aparece numeroso material cerámico, principalmente de los siglos I y II, aunque también hay algunos fragmentos más tardíos (TSA D y bizantina).

 

En la época musulmana, la zona seguía estando extramuros, ya que en un primer momento se mantuvo la cerca romana. Esto y las malas condiciones del lugar para ser habitado debieron propiciar la ubicación aquí de una almacabra musulmana en el siglo X. Se mantuvo en funcionamiento hasta los inicios del siglo XII, momento en el que los Almorávides amplían el recinto amurallado hacia el norte debido a la situación del río Guadalquivir al oeste, llevándolo hasta la actual Puerta de la Macarena.

Es entonces cuando se abandona por quedar intramuros, aunque no se va a construir aquí porque se conserva como lugar sagrado y porque toda esta zona norte se dedica en buena parte a huertas protegidas por las murallas, existiendo muy pocas edificaciones. En varias ocasiones, los Almohades refuerzan y reconstruyen la muralla de la ciudad, sobre todo por la vertiente del Guadalquivir, debido a las continuas avenidas del río.

 

La maqbara se extiende por todo el solar y sabemos por los datos anteriores que ocupa toda la manzana actual. A los 41 individuos hallados ahora se les tienen que sumar los 83 de la anterior campaña. Tenemos un total de 124 individuos en un único solar. Además habría que añadirle todos los que se han perdido por las afecciones posteriores. Podemos concluir que estaríamos ante una de las necrópolis importantes de la ciudad durante los siglos X y XI. Con un cálculo estimativo a partir de los datos de la presente excavación de entre 2.000 y 3.000 individuos.

Tras la conquista cristiana de Sevilla en 1248 la zona permanece escasamente habitada y se siguen trabajando las huertas. A partir del siglo XVI se deseca la laguna y se inicia una actividad constructiva en esta zona. En nuestro solar, sin embargo, la primera construcción moderna hallada la hemos datado entre el siglo XVIII y XIX.

 

  • ESTUDIO ANTROPOLÓGICO.

 

El resultado de la intervención es bastante positivo. Aunque el número de individuos (41) no es excesivamente alto, sí se pueden sacar algunas conclusiones, tanto antropológicas como de la disposición espacial que ocupan los distintos enterramientos. Hay que tener en cuenta las distintas afecciones que ha sufrido el solar, con pozos y cimentaciones que han roto en algunos casos y movido en otros, parte de algunos restos óseos.

 

La mayoría de los esqueletos localizados pertenecen a individuos varones adultos con una franja de edad de 25-40 años. Sólo se ha hallado un varón, que por perdición dentaria ante-mortem, se ha podido incluir dentro del grupo senil.

Donde mejor se ve la situación de éstos es en la esquina suroeste. Se concentran hasta ocho esqueletos con las mismas características físicas. Varón adulto con poca o ninguna perdición dentaria ante-mortem, marcada abrasión dentaria tanto de los molares como de los premolares. Marcada inserción muscular en la epífisis femoral, lo que nos indica gran musculatura en las piernas asociada a trabajos de acarreo. Todos ellos de gran talla, llegando a medir el fémur mas de 430 mm. en algunos casos. El estudio de las vértebras no nos ha aportado demasiados datos sobre patologías, sólo una desviación y pérdida de volumen de las vértebras lumbares de un esqueleto, por lo que la edad no pasa de la franja antes comentada.

 

Junto al perfil norte vemos individuos que están dentro de una misma franja de edad, son infantiles I y II. De los seis localizados durante el proceso de excavación, tres de estos enterramientos se hallan en esa zona. Los otros tres se localizan en la zona central del corte, aprovechando el espacio entre los individuos adultos. Una peculiaridad de estos restos es la disposición de los brazos. Predomina la posición extendida del brazo izquierdo sobre el costado. Pero hemos constatado varios individuos con los brazos dispuestos extendidos detrás de la espalda. Estos tienen las manos muy juntas, lo que nos podría indicar que estuvieran atadas.

El enterramiento no se produce al aire, cuando se depositan se cubren directamente con la tierra. Esto  impide el desplazamiento de los huesos al descomponerse el organismo, aunque siempre hay cierto desplazamiento al ocupar la tierra los espacios que se van dejando.
El mayor número de individuos de mediana edad, así como la poca presencia de restos óseos asociados a infantiles, tanto I como II, y seniles, nos habla de una posible parcelación de las necrópolis musulmanas de Sevilla, o un período fértil donde no escasea la comida, ni se producen grandes epidemias, ya que son estos dos últimos grupos de edad los más vulnerables en estas épocas de crisis.

Durante las campañas realizadas en 1997-1998 se documentaron 83 enterramientos en distintas actividades de arqueología en Sevilla, diferenciándose hasta cuatro niveles de enterramiento, estando el más bajo a 6´04 m.s.n.m. y a 7´05 m.s.n.m. el último nivel, en la zona más septentrional del solar.

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Excavación arqueológica Buen Aire nº36

EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA EN EL RECINTO NORTE DE ALGECIRAS. CALLE BUEN AIRE Nº 36A.

 

DAVID GESTOSO MOROTE

JOSÉ IGNACIO LÓPEZ RODRÍGUEZ

Astarté-Estudio de Arqueología, S.L.L.

 

         Resumen: El solar situado en el número 36 A de la calle Buen Aire de Algeciras (Cádiz) se ubica en el interior del antiguo recinto amurallado de la medina medieval, en concreto en su sector noroeste, en la periferia de los centros urbanos de la medina y en un lugar llano de la cima de una colina. Los resultados de la excavación han sido muy reducidos.

 

         Summary: The site located at number 36 of Calle Buen Aire of Algeciras (Cádiz) is located inside the ancient walls of the medieval city, in particular in its northwest, on the outskirts of the urban center of the medina and a Instead of the flat top of a hill. The results of the excavation have been minor.

 

El proyecto de edificación prevé la construcción de una vivienda unifamiliar que constará de dos plantas y castillete y carece de sótano. La afección que genera la obra programada consiste en la excavación de 1 metro de profundidad aproximadamente donde se ubicará la cimentación del edificio, consistente en una losa de hormigón de 0´60 metros de espesor.

 

La propuesta inicial era de excavación total del solar (100 %). Teniendo en cuenta la superficie del mismo (67 m2) y la obligada zona de seguridad con respecto a las medianeras y a la calle, que es de 1´50 metros, el corte realizado tiene unas dimensiones de 8 x 2´50 metros, abarcando una superficie total de 20 m2. La profundidad prevista en el Proyecto era de 1´25 metros con respecto al nivel de la calle, pero la aparición del nivel geológico a una cota más alta hizo innecesario profundizar más, puesto que se agotó la secuencia estratigráfica.

 

Las cotas obtenidas están referenciadas respecto a una alcantarilla ubicada fuera del solar, ya que no existen cotas absolutas para la zona. Se estableció una cota relativa de +10´00 metros que nos guiaría a lo largo de todo el proceso de excavación. El nivel geológico presentaba un fuerte desnivel y apareció a una cota de -0´65 m., estando su cota mínima a -1´22 m. respecto al nivel de calle y corresponde a un sedimento arcilloso de color anaranjado. Al aparecer a tan poca profundidad, no se tuvo que llegar a la cota prevista de -1´25 m.

 

RESULTADOS DE LA INTERVENCIÓN.

 

  1. Fases de ocupación.

 

Se han documentado dos fases de ocupación: musulmana y contemporánea.

Época Bajomedieval (siglo XII).

 

El corte realizado se ha subdividido en dos sectores aprovechando una cimentación contemporánea. La zona sur es la más cercana a la calle y tiene unas dimensiones de 2´40 metros de largo, distancia a la que se sitúa UE 3, por 2´50 de ancho, que equivale al ancho del corte para todo el solar. La zona norte por su parte tiene unas dimensiones de 5 metros de largo por 2´50 metros de ancho.

 

La primera ocupación del solar se efectúa en el siglo XII directamente sobre el nivel geológico (UE 26-28), que está compuesto por arcillas de textura compacta y coloración anaranjada. En el sector norte encontramos una fosa de planta pseudocircular (UE 33) excavada en el geológico, entre los 9´20 y los 8´80 metros de cota relativa y con un relleno que contenía materiales de construcción (tejas y pequeños mampuestos) y algunos fragmentos cerámicos de difícil adscripción cronológica (UE 32).

 

Amortizando la fosa y sobre el geológico encontramos el estrato UE 27, sedimento de coloración marrón claro con gran cantidad de materiales constructivos y escasos fragmentos cerámicos, fruto de una nivelación del terreno por el fuerte desnivel que presentaba el geológico. Inmediatamente encima, otro estrato, UE 10, de características similares, que contiene materiales constructivos y fragmentos cerámicos. A continuación un tercer estrato medieval, UE 6, de coloración marrón claro, también con materiales del siglo XII.

 

Este sector norte presenta las únicas estructuras medievales halladas durante la excavación. Se trata de varios muros en regular estado de conservación y de una canalización. En la zona central del corte se asienta sobre el geológico el muro UE 16, realizado con mampuestos de pequeño y mediano tamaño y del que se conservan tres hiladas con unas dimensiones de 0´90 metros de longitud por 0´60 de anchura media y 0´70 metros de altura. Está cubierto por UE 15 y corta a UE 12 y UE 25 no detectándose fosa de inserción.

Las cotas relativas oscilan entre los 9´03 y los 9´72 metros. Otros dos muros, que parecen formar esquina, son UE 5 y UE 13, realizados con mampuestos de pequeño y mediano tamaño y que presentan una orientación sur-norte y oeste-este respectivamente, lo que sugiere un ordenamiento urbano distinto al actual. UE 5 mide 0´97 metros de largo por 0´60 de anchura máxima y 0´50 metros de altura, se encuentra cubierto por UE 1, cortando a UE 6 y UE 10 y apoyando su base sobre UE 27.

 

UE 13 se construye sobre el geológico, UE 28, y parece confluir, a pocos centímetros por fuera del perfil occidental con UE 5, formando una esquina. Presenta unas dimensiones de 0´56 metros de alto, 0´70 metros longitud y una anchura de 0´40 metros. Las cotas relativas de esta construcción van desde los 10 a los 9´46 metros. Adosado a UE 5, y con su misma orientación, se documenta una canalización (UE 11) realizada con mampuestos de pequeño tamaño y con el suelo interior y la cubierta realizados con losas de piedra. Conserva una longitud máxima es de 1´30 metros por 0´70 de anchura.

 

Otros restos estructurales, muy deteriorados, son dos posibles muros de mampostería. Se trata, por un lado, de UE 29, que discurre paralelo al norte de la canalización, y se compone de dos mampuestos de gran tamaño cubiertos por UE 15 y cortando a UE 25 y 27, su altura es de 0´44 metros y sus cotas relativas van desde los 9´56 a los 9´12 metros. Por otro lado está UE 30, apenas varios mampuestos alineados y con la misma orientación del anterior, localizado en la esquina noroeste del corte, apoyados sobre el geológico, con unas dimensiones de 0´30 metros de ancho, 0´35 metros de largo y 0´20 metros de alto. Sus cotas se establecen entre los 9´25 y los 9´45 metros.

 

En el sector sur del corte, el más cercano a la calle, aparece un nivel de arena de playa (UE 9) sin materiales cerámicos en el que se encuentra excavada una fosa de planta irregular (UE 20) con un relleno (UE 8) que contenía fragmentos de materiales cerámicos, restos de fauna, materiales de construcción y restos de carbón vegetal que podemos fechar en el siglo XII. Amortizando las arenas y la fosa encontramos un estrato de coloración marrón claro con tonos anaranjados (UE 2) que contenía materiales cerámicos del siglo XII (como ataifores y cazuelas), aunque el mayor número de ellos corresponde a materiales constructivos (tejas y ladrillos), como ocurre también para los demás paquetes sedimentarios de época musulmana.

 

Época Contemporánea (siglo XX).

 

UE 1 es un sedimento de color marrón claro de escasa potencia arqueológica ya que sus cotas a lo largo de todo el corte van desde los 10´05 hasta los 9´85 metros. La matriz de este estrato soporta inclusiones de materiales cerámicos contemporáneos, un felús de cronología emiral, así como restos plástico o cristales similares a los usados hoy día, que corresponderán sin duda a las últimas construcciones contemporáneas. Este nivel cubre a UE 2, UE 3, UE 4, UE 5, UE 6, UE 13 y UE 21.

 

Los únicos restos estructurales que podemos adscribir a este último período corresponden a UE 3 y UE 4, dos muros de cimentación realizados con mampuestos de pequeño y mediano tamaño y trabados con barro. UE 3 presenta una longitud de 2´50 metros, que corresponde con la anchura de la excavación, y corta a UE 2 al sur y a UE 6 y UE 10 al norte apoyándose sobre UE 9 y UE 29. La altura de este muro es de 0´54 metros conseguidos a partir de cuatro hiladas de mampuestos. La anchura es de 0´60 metros de media y sus cotas relativas se encuadran entre los 10 y los 9´64 metros.

 

En la zona norte encontramos UE 4, un muro contemporáneo que apoya transversalmente en UE 3, y del que se conserva una sola hilada de mampuestos irregulares trabados con barro. Se sitúa bajo UE 1 y se apoya sobre UE 10, cortando de este modo a UE 6. Su longitud es de 8´80 metros por 0´65 metros de anchura máxima. La altura se establece entre un máximo de 0´30 y 0´10 metros. La fábrica de ambos y la orientación denotan un modo de construir idéntico al que podemos apreciar en las medianeras que cierran el solar. Esta cimentación sostenía los restos de la última edificación, construida en la década de los 70 del siglo XX. El muro UE 3 presenta una orientación paralela a la calle y corta al muro medieval UE 13, de distinta orientación.

 

CONCLUSIONES.

 

El solar que nos ocupa se sitúa en la cima de una colina, de ahí su escasa potencia arqueológica. Debido a lo irregular del terreno, éste se tuvo que nivelar en los diferentes momentos de ocupación ya descritos, utilizando materiales constructivos correspondientes a antiguos derrumbes y restos cerámicos anteriores.

 

La ocupación más antigua documentada en el solar de la calle Buen Aire nº 36A de Algeciras corresponde al siglo XII. No obstante, entre los depósitos de este siglo encontramos materiales residuales de momentos anteriores, como varios feluses, con una cronología que no sobrepasa el siglo IX. A partir del siglo XII se produce un hiato ocupacional, sin que hayamos documentado ni estructuras ni estratos correspondientes a los siglos XIII-XIX. No será hasta el siglo XX cuando se construya la vivienda ahora demolida, aunque no descartamos el posible arrasamiento de algún nivel medieval o moderno por las remociones de tierra contemporáneas, habiéndose documentado en los niveles de acondicionamiento del terreno algún fragmento de cerámica nazarí y de Paterna.

 

Así, lo más destacable de la presente intervención es el hallazgo de varios muros muy incompletos que parecen pertenecer a una misma estructura de época almohade (siglo XII). Dos de ellos conforman una pequeña estancia que lleva adosada una canalización de mampostería, sin que se pueda definir su función exacta. Como hipótesis de trabajo nos inclinaríamos más por un uso doméstico a tenor de las características de su fábrica y de los paralelos conocidos en las cercanías.

 

Así, en el número tres de esta misma calle se documentó también una ocupación califal y meriní, periodos que no hemos podido documentar en el nº 36A. Puede deberse a que nuestro solar se ubica en la cima de la colina y el del nº 3 en la zona baja de la misma, donde otras intervenciones revelan un poblamiento mayor. Pese a todas las dimensiones del solar son relativamente pequeñas y sería arriesgado afirmar, con la información obtenida, que se trata de un poblamiento aislado ya que no se han realizado intervenciones en los solares inmediatamente anexos.

 

Si tenemos en consideración las teorías de Verboom que hablan de la existencia de la alcazaba en la zona, esto podría aclarar estuviera destinado a otros usos que no fueran los de arrabal o barrio con posterioridad al siglo XII. Esta ocupación del XII vuelve a poner de manifiesto una acción edilicia anterior al siglo XIII meriní, al igual que ocurre en la práctica totalidad de las excavaciones arqueológicas realizadas últimamente en el recinto norte de Algeciras. Como paralelos de los presentes resultados podemos citar las viviendas localizadas en calle Buen Aire 3 (2000), Sáenz de Laguna 10 (2007), Sáenz de Laguna 3 (2007) o Comandante Gómez Ortega 13 (2008).

 

 

CMT Acueducto Bores 2006

CONTROL DE MOVIMIENTOS DE TIERRAS EN EL DESVÍO DEL ACUEDUCTO DE BORES EN EL AEROPUERTO DE MÁLAGA.

 

DAVID GESTOSO MOROTE

JOSÉ IGNACIO LÓPEZ RODRÍGUEZ

Astarté-Estudio de Arqueología, S.L.L.

 

 

Resumen

 

            La obra consistió en el desvío de la tubería de suministro ocasional de agua potable entre Málaga y Torremolinos. Se interceptó la conducción actual cerca de la base aérea y se desvió por el Norte hasta llegar a la Cabecera 14, para posteriormente alcanzar la cota del encauzamiento, y por su mismo trazado, conectar de nuevo con la tubería actual.

 

            Durante el control de movimientos de tierras realizado no se halló vestigio arqueológico alguno.

 

Summary

 

            The work consisted of the diversion of the supply pipe water occasionally between Málaga and Torremolinos. Conduction current is intercepted near the air base and diversion in the north to get to the Header 14 to then reach the level of redirection, and by the same route, connecting again with the current pipeline.

When controlling earthworks done was not found any archaeological relic.

 

 

Los trabajos se iniciaron en enero de 2006 en la zona de la pista del Aeropuerto con dos maquinas giratorias. Los trabajos de movimiento de tierra se desarrollaron en dos fases con una profundidad máxima de 4´30 metros. En la primera fase se abrió una zanja de 6 metros de ancho por 2´30 metros de profundidad con un talud a ambos lados para evitar desprendimientos. En la segunda fase se alcanzó la cota final en la que se colocó la cama de grava y sobre ella el tubo.

 

La estratigrafía documentada consiste en una capa de tierra vegetal de coloración negruzca con una potencia de entre 0´70 y 1´20 metros y un nivel de arcillas limosas limpias y compactas de coloración amarilla, sin restos de material arqueológico, por debajo hasta la cota final de excavación.

 

En el sector comprendido entre el Aeropuerto y el río Guadalhorce nos encontramos con una pequeña elevación sobre el terreno que corresponde a un aporte de tierras moderno. Debido a esto, se tuvo que desmontar esta loma por medio de cuatro tractores con traíllas y dos máquinas giratorias hasta alcanzar la cota adecuada donde se abriría la zanja. Las dimensiones de este rebaje son, así, mucho mayores debido a que se ha tenido que acondicionar el terreno para los trabajos posteriores, quedando unos perfiles en talud con un escalonamiento intermedio. La anchura máxima entre las cabezas de talud es de unos 25 metros y la profundidad de 7 metros. La estratigrafía de este sector sigue siendo bastante homogénea, apareciendo las mismas arcillas limpias de coloración marrón y tonalidad clara, salvo en las cotas máximas, donde se documentan arcillas un poco más oscuras.

 

Otra de las zonas trabajadas corresponde a la construcción del puente que atraviesa el río Guadalhorce. Aquí se excavó para las cimentaciones de los pilares del puente, que consta de 2 estribos (inicio y fin) y de 9 pilas o puntos de sustentación. Todas las pilas tienes unas dimensiones de 20 x 20 metros en superficie y una cota máxima relativa de 2´70 metros bajo rasante. su estratigrafía muestra un único nivel de arcillas limpias de coloración marrón oscuro sin material arqueológico alguno. El estribo 2 o final se excavó totalmente sobre el carril este del río, por lo que se trata de un aporte reciente de tierra. Su estratigrafía consta de un depósito de arcillas de coloración marrón oscuro y de algunas vetas de gravas, sin haber dado material arqueológico alguno.

 

Por otro lado, se realizó un paso subterráneo de la tubería bajo la vía del tren. En definitiva, la estratigrafía aquí está compuesta de un primer paquete de arcilla de coloración marrón claro sobre un nivel de gravas de tamaño medio, ambos con 2 metros de potencia. Los resultados arqueológicos son negativos al no aparecer ningún material, ni estructura, tan sólo elementos contemporáneos, como restos de forja y hormigón.

CMT Carteia 2006

CONTROL DE MOVIMIENTOS DE TIERRAS EN LA PARCELA DE CARTEIA, SAN ROQUE (CÁDIZ).

 

José Ignacio López Rodríguez

David Gestoso Morote

Inmaculada Azqueta Conde

Astarté-Estudio de Arqueología, S.L.L.

 

 

La zona donde se ha actuado es un cortafuego que, dentro de la parcela de Carteia, separa ésta del recinto de la refinería de C.E.P.S.A. y permanece sin vegetación con el fin de cumplir su misión protectora. A este cortafuego se accede desde la refinería mediante una puerta que comunica ambas parcelas.

 

La vaguada en la que se encuentra el cortafuego se ha ido erosionando por la acción de las aguas pluviales, tanto de la misma parcela de Carteia, como las que entran desde la refinería.

 

Estas aguas provenientes de la refinería entran por dos puntos canalizados de la red interior de aguas pluviales. Además existen otros tres puntos en los que entran aguas de lluvia sin canalizar.

 

Las aguas discurren por la parcela de Carteia unos doscientos metros, para ser recogidas en una arqueta de la red interior de aguas pluviales de la refinería.

 

 

Características de la actuación.

 

Con el fin de subsanar los problemas descritos se han llevado a cabo los siguientes trabajos:

 

– Limpieza y desbroce de los 9.000 m² que forman la zona de actuación.

 

– Cunetas en una longitud total de 360 metros, realizándose en tres tramos de 120 metros con tres secciones diferentes. La profundidad máxima alcanzada en cada tramo es de 80, 140 y 170 cm.

 

– Construcción de una arqueta con arenero al final de cada tramo de cuneta.  Excavación en planta de 2,50×2,50 metros, profundidad máxima de 2 metros.

 

– Canalización de cinco acometidas realizadas desde la parcela de C.E.P.S.A. para conectar al nuevo canal. Se trata de arquetas de 60×60 cm. interiores en los puntos en los que había entrada de aguas.

 

– Hormigonado de cunetas.

 

– Construcción de muretes de hormigón armado para embocadura en canal.

 

– Gunitado con capa de 5 cm. de hormigón armado con mallazo 15.15.4.

 

 

Síntesis histórico-arqueológica.

 

La ciudad de Carteia se sitúa en un enclave privilegiado de control del Estrecho de Gibraltar. Al mismo tiempo que en la Antigüedad era la puerta a un mar inmenso, el Océano Atlántico, que quedaba dentro del ámbito tartésico. Se encuentra junto a una de las llamadas columnas de Hércules, como es Calpe (Peñón de Gibraltar) y formaba parte de la vía que unía Malaka (Málaga) con Gades (Cádiz), según consta en el Itinerario Antonino. Por su posición geográfica, su economía estaba enfocada a la pesca y a las salazones.

 

Siglos antes de que se comenzara a habitar el núcleo urbano de lo que llegaría a ser la ciudad de Carteia, junto a la antigua desembocadura del río Guadarranque se asentó una pequeña factoría fenicia en el Cerro del Prado que podría, según todos los indicios, haber constituido el origen del emplazamiento posterior. Se trataba de un asentamiento situado a 2 Km. al norte de la ciudad romana y cuya vida se desarrolló entre los siglos VII y IV a.C.

 

La prospección efectuada allí en los años 60 había proporcionado materiales que abarcaban cronológicamente desde el s.VIII o VII a.C. al V o IV a.C.

Posteriormente se demostró la existencia de un poblado con casas de paredes de piedra y barro, dedicado a la agricultura y a la pesca y cuya cronología se estableció entre mediados del s.VI y mediados del s.IV a.C. La excavación de parte de la ladera sur del cerro, única que no había sido destruida por completo, proporcionó algunos otros datos.

Pudo comprobarse que se trata de un asentamiento de 2 hectáreas de extensión, que seguía el patrón de asentamiento del litoral andaluz, en un pequeño promontorio junto a cursos fluviales en la costa y con cierto carácter agrícola. El abandono del Cerro del Prado a mediados del s.IV a.C. debió obedecer, entre otras, a razones topográficas, ya que, debido a la intensa colmatación aluvial del río Guadarranque perdería su condición de puerto, trasladándose la población a otro lugar más cercano a la costa.

 

El abandono de este núcleo y el posterior inicio de la vida en la ciudad de Carteia, indujo a pensar que pudiera tratarse de un traslado de la población, aunque los niveles mas antiguos de la ciudad púnica no habían aún sido claramente documentados. Se produciría entonces un desplazamiento de la «ciudad» entendida como conjunto de habitantes, constatándose un fenómeno bien documentado en la Península Ibérica para momentos posteriores.

 

Los datos arqueológicos existentes de la fase púnica son actualmente mucho más seguros, ya que esta primera fase de la Carteia prerromana se documenta claramente en las estructuras visibles en la ladera oriental del foro. El momento púnico de la ciudad se desarrolló entre mediados del s. IV y finales del s. III a.C. y se puede dividir claramente en dos fases de ocupación, siendo la segunda la que le dio el carácter monumental que ya tuvo antes de ser romana.

 

Posteriormente, las tropas romanas de Cneo Escipión llegan a la Península Ibérica en el año 218 a.C., iniciándose la 2ª Guerra Púnica. En el 206 a.C. conquistan Gadir (Cádiz) y Carteia se encuentra ya dentro del área de influencia romana, quedando encuadrada en la provincia de Hispania Ulterior a partir del 197 a.C. La ciudad pasaría a ser Colonia Libertinorum Carteia en el año 171 a.C. cuando se establecieron allí más de 4.000 hombres, hijos de soldados romanos y mujeres hispanas (Livio, 43,3), lo que la convertía en la primera colonia latina fuera de Italia.

A pesar de la importancia que sin duda tuvo la Carteia republicana, cabe pensar que la ciudad debió adquirir monumentalidad en los primeros años del reinado de Augusto, a finales del s. I a.C. No obstante, a partir de las guerras civiles romanas en que se cita su participación en algunos acontecimientos bélicos, las referencias históricas desaparecen y hemos de basarnos en la arqueología para conocer el desarrollo de la Carteia imperial.

 

Según lo que hoy conocemos de este yacimiento, el urbanismo de Carteia se encuadra en una extensión de terreno limitado por la muralla que hay que considerar, con bastante certeza, anterior al establecimiento romano. El perímetro de la ciudad que abarcaría algo menos de 30 hectáreas comprende las estructuras del foro, que corresponderían al momento más antiguo, y otras construcciones cuyo conocimiento es aún parcial. La cronología de estos edificios se escalona en el tiempo desde finales de la época augustea, a la que puede pertenecer el teatro, hasta los siglos I y II d.C., con la construcción y remodelaciones de las termas.

 

Por último, se llevó a cabo una excavación y limpieza al sur y este del recinto, descubriéndose algunas hiladas de piedra y documentándose la existencia de un bastión cuadrangular. Entre los materiales hallados abundaba la sigillata hispánica junto con fragmentos de cerámica vidriada (Presedo y otros, 1982, 62-63).

 

Un posterior examen de la construcción en los tramos visibles, muestra características diferentes, que podrían corresponder a reconstrucciones en los sucesivos períodos de utilización. Así, en los sectores norte y noreste se construyó a base de bloques de piedra caliza escasamente trabajados y con ripios de acomodo que se adapta, mediante zapatas escalonadas, al perfil natural del terreno. Se trata de una técnica que parece poder encuadrarse en un ambiente helenístico griego y púnico. En la zona sur, donde se ubica la Torre Cartagena, la construcción, más regular, parece haber tenido refacciones en época medieval. No obstante, la presencia de elementos actuales introducidos para su conservación dificulta enormemente su adscripción cronológica.

 

Desde la Antigüedad tardía, Carteia entra en una fase de decadencia. Los musulmanes llegan en el 711 y parece que se establecen sobre los restos del hábitat urbano de la Carteia visigoda, denominándola entonces Cartayanna y consagrando inmediatamente en ella la primera mezquita en suelo hispano. Entre finales del s. XII se construyen una serie de pequeñas fortalezas y torres atalayas como sistema de vigía para defender el territorio. Es entonces cuando se construiría la llamada Torre Cartagena en Carteia, quedando hoy dentro de la parcela que nos ocupa. Pero la ciudad irá perdiendo protagonismo paulatinamente en favor de otros enclaves cercanos como Algeciras, Tarifa o Gibraltar hasta ser abandonada.

 

En el momento de replanteo de la obra se localizó visualmente sobre el terreno un horno de cerámica situado frente al tercer tramo del canal, en una zona de gran pendiente, el cual se protegió y documentó según las indicaciones dadas por la arqueóloga responsable del yacimiento y del restaurador. Debido a este hallazgo, la zona que se ha tratado con el gunitado abarca una menor extensión a la planteada inicialmente ya que se creó, como primera medida de protección, una zona de seguridad alrededor del horno.

 

La siguiente medida que se tomó fue la limpieza superficial del horno para poderlo documentar adecuadamente: dimensiones de la cámara de cocción y del praefurnium, dibujo a escala 1:20, documentación fotográfica y topográfica. La limpieza realizada en el horno es muy superficial, rebajándose únicamente 5 cm. en el interior de la cámara de cocción y praefurnium.

 

En cuanto al desarrollo mismo de la obra, el primer paso fue la nivelación del terreno afectado por grietas producidas por las aguas pluviales. A continuación se procedió a la excavación del canal de desagüe y de los tres areneros, los cuales corren paralelos a la valla de la refinería.

 

Dicha excavación comenzó en la zona más baja del trazado, correspondiente a su lado oeste. Aquí se realizó el primer arenero, desde el cual las aguas pasan al sistema de canalización de C.E.P.S.A., ya fuera de los límites del yacimiento. La estratigrafía del mismo se reduce a un único nivel de arcillas de coloración negruzca debida a las filtraciones de agua y sin material arqueológico alguno.

 

La excavación continuó con el primer tramo del canal de 120 metros de largo por 2 de ancho y 1,80 de profundidad. El material que se retira es la misma capa de arcilla negruzca anteriormente descrita, no encontrándose ningún resto arqueológico.

 

El segundo arenero tiene las mismas dimensiones y estratigrafía que el primero. A partir de este punto el canal se reduce de tamaño a 1,50 metros de ancho variando su profundidad dependiendo de la orografía del terreno. El nivel afectado es de arcilla de coloración marrón. No se hallan restos arqueológicos.

 

El último tramo del canal tiene una estratigrafía distinta al resto. El nivel geológico se encuentra en esta zona muy alto por lo que el canal se excava directamente en él. No se ha documentado ningún resto arqueológico.

 

Una vez finalizada la ejecución del canal se pasa a la nivelación del terreno para poder colocar el mallazo sobre el que se aplicará el gunitado. Esta nivelación es muy leve, aunque necesaria, ya que el mallazo debe quedar lo más cercano a la tierra para que las aguas no entren por la parte inferior y sigan erosionando el yacimiento. Durante esta nivelación no se documentan restos arqueológicos.

Para proteger la zona gunitada de las escorrentías pluviales se ha excavado un canal perimetral en el borde superior de la misma de 10 cm. de profundidad con el fin de recibir las aguas e impedir que se filtren y levanten el gunitado. Este canal rodea por completo el límite superior de la actuación, incluyendo el perímetro superior del horno, siendo en este caso más profundo con el fin de encauzar hacia la zona gunitada las aguas pluviales.

 

En la zona más alta de la obra se construyeron dos muretes en forma de cuña con el fin de encauzar las aguas de esta zona hacia el canal. Las medidas son 40 cm. de alto y 4 metros de largo.

 

El horno se sitúa en el tramo 3 de la obra. En la zona media, y extramuros, a unos 150 metros de las murallas de Carteia en su lado nordeste.

 

Los restos emergentes constan de un praefurnium en deficiente estado de conservación y de la cámara de cocción. Dicha cámara presenta una factura a base de arcilla refractaria y una planta de forma elíptica, siendo su anchura máxima de 3,10 metros y su longitud de 2,90 metros. El praefurnium consiste en un pasillo de lajas de piedra caliza muy mal conservado, siendo sus dimensiones de 1,35 metros de largo y de 1,45 metros de ancho.

 

Las paredes de la cámara de cocción tienen un ancho irregular de unos 10 cm. de media. El alto poder calorífico del horno hace que se produzca una rubefacción de las arcillas circundantes de la pared de la cámara de cocción, observándose una anchura máxima de 20 cm.

 

Debido a que no se ha excavado el interior del horno no se ha logrado fijar la cronología del mismo, pues no se ha hallado ningún elemento arqueológico con el que poderlo datar. No se ha podido adscribir tampoco a ninguna fase cultural.

 

No se ha detectado ningún rastro arqueológico, ni cerámico, ni constructivo, ni de otra índole. Por lo tanto no ha habido ninguna afección sobre restos arqueológicos por parte de la obra.

 

 

Medidas cautelares de conservación para la parcela de Carteia.

 

Las únicas medidas de conservación que se han llevado a cabo  son las de protección del horno. En primer lugar, la acotación del terreno donde éste se halla con el fin de que no se viera afectado por la obra y con ello proteger los posibles restos que cerca de este hallazgo se pudiesen situar (testares de cerámica, otro horno…).

 

La zona que rodea al horno no se ha gunitado. En la parte más alta se ha construido un canal reforzado con cemento que canalizará las aguas que vengan de la parte alta del yacimiento. Alrededor de la cámara de cocción se ha levantado un murete de unos 15 cm. de alto con el fin de que las posibles escorrentías no afecten directamente al horno.

 

El horno ha sido cubierto con una capa de material geotextil, una vez situado topográficamente.

 

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ASTARTÉ Estudio de Arqueología – Empresa de Málaga

ASTARTÉ-Estudio de Arqueología es una empresa con sede en Málaga creada en el año 2006. Está especializada en la Gestión de Patrimonio. Actualmente cuenta con un equipo de trabajo formado por profesionales titulados en Arqueología, Antropología, Restauración, Topografía. Incluimos también profesionales en Estudios Medioambientales con una larga trayectoria profesional.

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De hecho, su finalidad es solventar las tramitaciones en materia de patrimonio y arqueología entre el promotor y las administraciones públicas que puedan surgir a la hora de ejecutar un proyecto de obra. De hecho, tanto de promoción privada como de obra civil. Para llevar a cabo esta gestión de patrimonio, Astarté ofrece diferentes servicios.

En cuanto a los trabajos en los cual estamos especializados en todas sus variantes. Las excavaciones arqueológicas, los sondeos tanto mecánicos como manuales. Controles arqueológicos de movimientos de tierra tanto en obra publica como privada, prospecciones. También en lecturas de paramentos y análisis de estructuras emergentes. Y como no todo tipo de estudios para los Planes Generales de Ordenación Urbana o Planes Especiales. Por lo tanto a todas las incidencias que hacen falta para solventar la problemática generada al promotor.

Además de los problemas técnicos del trabajo de campo, estamos especializados en la gestión con la distintas administraciones vinculadas con la gestión del Patrimonio Histórico. Estas son la Junta de Andalucía y sus distintas delegaciones, Dirección General de Bienes Culturales, Mancomunidad de municipios y ayuntamientos.

Durante estos años hemos realizado trabajos en la mayoría de las provincias de Andalucía. Destacar las de Málaga (Alozaina, Casares, Nerja, Antequera, El Burgo, Cartajima, Málaga….)  Cádiz (Algeciras, San Roque, Los Barrios….), Sevilla (Lora del Río, Sevilla), Huelva (Ayamonte), Almería (Uleila del Campo) y Cordoba (Medina Zahara).
De todos estos trabajos hemos realizado su correspondiente publicación. Caben destacar las realizadas para el Mundo Funerario y la Necrópolis Romana de Carteia (San Roque) o los relacionadas con las estructuras domesticas musulmanas documentadas en la ciudad de Algeciras (Cádiz)